Aunque Corea del Sur se ha desarrollado en varios aspectos como la economía y
tecnología, aún hay ciertos paradigmas que no dejan avanzar a la sociedad
coreana. Uno de estos es la adopción.
Los coreanos valoran mucho la sangre "pura", es decir que no tenga ningún tipo
de mezcla con raíces extranjeras. Para ellos los hijos que nacen de parejas de
nacionalidades distintas, son muchas veces "raros" ya que no calzan con su tan
arraigada identidad.
Una familia coreana preferirá muchas veces pagar el costoso tratamiento de
fertilidad, antes de considerar la posibilidad de adoptar, recordemos que para ellos
es importante conocer la procedencia y el origen de la sangre. Muchas parejas
coreanas sufren "vergüenza" al no ser capaces de tener un hijo. Esto llega a tanto
que muchas mujeres fingen estar embarazadas y de pronto llegan un día
convertidas en madres (después de haber adoptado). Misma telenovela.
La adopción no es un motivo de orgullo en Corea del Sur, por eso es que hay
distintas campañas de las cuales actores y cantantes coreanos son los
protagonistas. Ellos desean cambiar la ideología en cuanto a adoptar, desean
crear conciencia de la importancia de darle un hogar a un niño que lo necesita. Cabe resaltar, que con toda regla viene su excepción. Aunque muchos coreanos
son reacios a aceptar la adopción, no podemos decir que todos piensan de la
misma forma.
Igual esperemos que las nuevas generaciones cambien esta actitud y estén más
abiertos a adoptar.
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